Cómo prepara tu coche para conducir con lluvia

Conducir con lluvia sigue siendo una de las situaciones que más dudas y riesgos genera entre los conductores. La visibilidad se reduce, el asfalto pierde adherencia y aumenta la distancia de frenado. Por eso, preparar tu coche antes de que lleguen las precipitaciones no es solo una recomendación: es una medida de seguridad esencial.
Aquí tienes una guía clara, práctica y orientada a lo que de verdad importa.
Revisa el estado de los neumáticos (el punto más crítico)
En lluvia, los neumáticos son tu único contacto seguro con la carretera.
Lo fundamental:
Profundidad del dibujo: nunca por debajo de 1,6 mm, aunque lo recomendable es cambiar a partir de 3 mm para evitar aquaplaning. Con menos de 3 mm el riesgo de aquaplaning se dispara, ya que el neumático no puede desalojar el agua de forma efectiva.
Recurre también a la prueba del testigo: Localiza los pequeños tacos de goma dentro de los surcos principales. Si el dibujo está al mismo nivel que estos testigos, es hora de un cambio urgente.
Presión correcta: circular con baja presión aumenta la distancia de frenado y empeora la evacuación del agua. Y en cualquier caso, una presión inadecuada (demasiado baja o demasiado alta) afecta negativamente a la forma en que el neumático se adhiere a la carretera. Sigue siempre las indicaciones del fabricante de tu vehículo (normalmente en la puerta del conductor o la tapa del depósito de combustible).
Elegir neumáticos adecuados para lluvia
Los modelos con buen rendimiento en mojado (consultando la etiqueta europea) o los All Season de calidad ofrecen un equilibrio ideal para climas cambiantes. Si conduces con frecuencia en zonas lluviosas, apuesta por neumáticos especialmente diseñados para garantizar mejor agarre y control en mojado.
Renovar los neumáticos a tiempo no es un gasto: es una de las decisiones que más reduce riesgos en conducción bajo lluvia.
Comprueba escobillas, eyectores y nivel del limpiaparabrisas
Parece básico, pero muchos conductores no lo revisan hasta que llueve:
Si notas que las escobillas dejan franjas de agua, hacen ruido o el barrido es irregular, es hora de reemplazarlas. Recomendación: Cámbialas una vez al año, preferiblemente antes del inicio de la temporada de lluvias.
Asegúrate de que los eyectores de agua pulverizan correctamente.
Mantén el depósito lleno con líquido específico (no agua sola, que ensucia y congela).
Una buena visibilidad es lo que marca la diferencia en un frenado o un adelantamiento bajo lluvia.
Controla el sistema de luces
Con lluvia, ver y ser visto es clave: Revisa luces cortas, largas, antinieblas y pilotos traseros.
Evita el ‘modo automático’ en días de lluvia intensa: a veces no detecta correctamente la oscuridad. En condiciones de lluvia intensa, enciende siempre las luces de cruce (cortas) para ser visible.
Mantén los faros limpios para maximizar la eficacia del haz de luz.
Ojo con los antiniebla: Utiliza la luz antiniebla trasera solo si la visibilidad es realmente baja (menos de 50 m para evitar molestar a otros conductores.
Frenos y amortiguadores: los grandes olvidados
La lluvia multiplica cualquier defecto:
- Amortiguadores desgastados, conllevan peor adherencia y más riesgo de deslizamiento.
- Discos y pastillas en buen estado garantizan frenadas más cortas y estables.
Una revisión anual es una medida simple que reduce claramente los riesgos.
Comprueba la batería y los sistemas eléctricos
La humedad y las bajas temperaturas pueden afectar a:
- Arranque del motor
- Funcionamiento de sensores
- Sistemas de asistencia (ABS, ESP, control de tracción)
Si tu coche muestra señales de batería débil, cámbiala antes de que llegue la época de lluvias.
Limpiar bien los cristales interiores y exteriores
La condensación es mucho más agresiva en días lluviosos:
- Limpia el interior del parabrisas con productos específicos anti-vaho.
- Aplica repelente de lluvia en el exterior para mejorar la visibilidad.
Una capa de grasa o polvo puede reducir tu visibilidad hasta un 30% en caso de lluvia. Un cristal sucio dispersa la luz y empeora el deslumbramiento.
Consejos de conducción en lluvia (que realmente funcionan)
Preparar el coche es la mitad del trabajo; la otra mitad es cómo conduces. Por eso, una vez que tu coche está preparado, la seguridad recae en tu técnica de conducción:
- Reduce la velocidad: el agarre disminuye en cuanto el asfalto está húmedo. Adapta tu velocidad a las condiciones. Menos velocidad implica más tiempo de reacción y menor riesgo de aquaplaning.
- Aumenta la distancia de seguridad. Duplícala o triplícala respecto a la conducción en seco.
- Evita maniobras bruscas: frenar, girar o acelerar fuerte facilita el deslizamiento. Si vas a frenar, hazlo de forma progresiva.
- Atención a la Calzada: Presta especial atención a las zonas de agua estancada y a las marcas blancas (pasos de cebra, líneas de carril), ya que son extremadamente deslizantes.
- Si notas aquaplaning:
-
- Mantén el volante firme
- Suelta el acelerado
- No frenes ni gires de golpe
Preparar tu coche para conducir con lluvia no consiste en hacer revisiones complejas, sino en atender a los elementos que realmente influyen en tu seguridad: neumáticos, visibilidad, frenos y una conducción prudente.
Además, cuidar estos puntos no solo mejora el control del vehículo, sino que evita averías y prolonga la vida útil de los componentes.
¿Necesitas neumáticos nuevos o ayuda de profesionales?
Si necesitas una revisión de tus neumáticos, escobillas o el sistema de frenado, no dudes en visitar tu taller o profesional más cercano. ¡Viaja seguro!
Si tienes un taller, accede a nuestra plataforma profesional B2B y descubre por qué somos la opción más sólida y rentable para los talleres que quieren crecer.
Si eres un profesional del taller y todavía no eres cliente, al darte de alta recibirás un descuento de bienvenida.












































